Me gustaría comprarle al mundo una Coca-Cola

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Hoy pude ver el último capítulo de Mad Men antes de ir a una charla que el filósofo Darío Sztajnszrajber daba en la Universidad. Todas las ideas que desparramó Darío fueron muy interesantes como siempre e invitaban a pensar y reflexionar. Pero en algún momento de su disertación me puse a pensar en lo que había visto antes. Me puse a pensar en Mad Men y en cómo me interesa más la filosofía y el pensamiento cuándo aparecen a través de personas y personajes. Los conceptos y objetos ideales de la filosofía son útiles para explicar la mayoría de las cosas sobre las que habla. Pero lo que más nos conmueve del pensamiento es cuándo repercute en individuos, otros similares a uno mismo.

Alan Ball, creador de Six Feet Under, eligió que la vida de sus personajes giraría en torno a una funeraria, poniendo a la muerte (y la vida) constantemente en primer plano. Así también lo hizo David Chase cuando decidió contarnos la vida de Los Soprano en ese ámbito determinado por el poder y la (falta de) moral que es la mafia. Pudimos ver el desarrollo de los personajes de Mad Men en un espacio-tiempo escogido por Matthew Weiner: el mundo de la publicidad en su apogeo, los años 60. Un mundo frívolo y alienante, años repletos de conflictos sociales y hechos cruciales para la historia de los Estados Unidos. Cuando hablamos de Mad Men como una serie de época bueno sería entender que esa elección es funcional a la construcción de los personajes y no al revés.

El paso del tiempo es un factor clave para comprender a las personas. Por más que la serie durante sus 9 años de emisión sólo nos diera poco más de 90 horas de televisión nosotros vimos como los personajes recorrieron 10 años. Conocimos la audacia de Don, el cinismo de Roger, la evolución de Peggy, el dolor y el humor de Betty. Apreciamos sus motivaciones, historias y dilemas con lo que estaban haciendo con sus vidas. Por eso creo que no duele decirles adiós. Todos estos años alcanzaron para conocerlos y disfrutarlos. Sus historias o desenlaces nunca importaron realmente, su personalidad y distintas facetas era lo gustoso de la serie. Nunca te podrían haber spoileado Mad Men, no habría sido un gran problema. Despedimos a una serie que retrató a personajes y personalidades de una manera que vamos a recordar por mucho tiempo.

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